LA TELARAÑA: Sin Dios

martes, julio 5

Sin Dios


La Telaraña en El Mundo.

  Nos resulta fácil opinar sobre lo humano y lo divino sin que se nos note que hemos perdido mucho más la fe en lo humano que en lo divino. En efecto. Hay una vida más o menos propia e intransferible, que es la que nos sucede durante veinticuatro horas al día cada día; en ese tiempo circular todo cuanto hacemos y pensamos se agita en nuestro interior y de ese coctel explosivo resultan nuestro humor y personalidad, esa singular inercia, la obsesión o el desapego, quizá, con que nos enfrentamos al tiempo, el oleaje de la emoción, el filo del tedio, el enredo de los deseos, la lista negra de las renuncias.
 Pero hay otra vida sobre la que no tenemos ningún control y sobre la que sólo sabemos, si acaso, lo que nos cuentan unos y otros; esa realidad nos abraza como se nos enroscaría al alma una monstruosa serpiente que, en primer lugar, nos produciría asfixia y, luego, fascinación, ceguera, pánico y, tal vez, muerte.
 Mallorca es una isla realmente pequeña donde, sin embargo, parecen convivir los mayores defectos de lo público y lo privado. Así, al alimón, se nos mezclan, en la primera plana de los sucesos, el ruido selecto de los DJs de Cursach, las sirenas recortadas de algunos policías locales, el baile en la sombra de José María Rodríguez y otros políticos. No conozco a ninguno de ellos. No puedo, pues, juzgarles. Resulta casi imposible encontrar aquí a Dios, porque Dios sólo está de guardia en nosotros cuando nosotros estamos de guardia; y yo ya hace tiempo que bajé los brazos y hasta me encogí de hombros.

Etiquetas: