LA TELARAÑA: El milagro del Güell

viernes, julio 15

El milagro del Güell


La Telaraña en El Mundo.

 Resulta que en el antiguo bar Güell de Palma, en el año de gracia de 1974, le explotó un sifón en las manos a la hija de Tolo Güell sin causarle daño. No es un milagro, pero quién sabe. Cosas así suelen pasar cada día sin que reparemos en ellas; también sucede, al revés, que alguien da un traspiés y se deja el alma en la cuneta, en el bordillo de la piscina, en el asfalto al sol varios metros debajo de un balcón en llamas. Vengo a decir, pues, que en este mundo pasan multitud de cosas que apenas dejan huella alguna, salvo si nos empeñamos, y no mucho, sino muchísimo, en que suceda lo contrario.
 Las treinta personas que tuvieron la peregrina idea de marchar hasta el monasterio de Lluc, para agradecer a la Virgen que la niña saliera ilesa, no podían imaginar que se iban a convertir en bastantes miles de personas recorriendo, año tras año, 48 kilómetros de ascensión hacia un cielo que no acaba de cerrar nunca sus escondidas puertas entre el sudor y la algarabía nocturnas, entre la fatiga y la voluntad más o menos cumplidas.
 El Consell de Mallorca, finalmente, y sus buenos motivos tendrá para ello, ha cambiado de opinión respecto al patrocinio de la marcha de este año 'Des Güell a Lluc a peu'. No había dinero, pero ya lo hay, ha dicho Miquel Ensenyat sacando unos veinte mil euros de no se sabe dónde y prestándose, incluso, a dirigir en persona el tráfico. Tanta y tan repentina disponibilidad, no tratándose de un evento de promoción catalanista, nos parece extraño. O extrañísimo. Un auténtico milagro, vaya.

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