LA TELARAÑA: «Blue Screen of Death»

viernes, julio 31

«Blue Screen of Death»


La Telaraña en El Mundo.
 
 Tengo todo el arsenal informático (y hasta telefónico) de la casa sumido en una especie de alerta roja, un estado de alboroto digital que prende en sus entrañas y les obliga a ingresar, prietas las filas, en la cola impaciente de Windows 10. Es cierto que estas chorradas informáticas me gustan y que, además, les tengo cariño, porque me vienen aconteciendo cada tres años desde mediados de los ochenta, aunque me temo que no volverán a sucederme. Una lástima.
 Resulta que Microsoft, al parecer, no va a sacar más sistemas operativos y que este Windows amenaza con ser el último y con evolucionar sin grandes saltos ni tampoco aspavientos, de forma tal vez parsimoniosa, pero constante. Quizá esa lentitud y estabilidad no sean ninguna mala idea, en absoluto.
 Por lo demás, la informática sirve para lo que sirve. Para recordar las ruidosas máquinas de escribir que ya no poseo. Para leer los libros que tampoco podría, de hecho, almacenar en las estanterías de casa. Para emular el pasado y el futuro: los juegos de 8 y 16 bits, las películas en versión original subtitulada, el hallazgo de la propia opinión en el espejismo, cómplice o delator, del tiempo. Sirve para escribir estas líneas en las que tuve la tentación de glosar la invencible modernidad de Palma, ahora que es ciudad antitaurina, y no pude, porque me atraganté al saber que Cort tiene una regidora de Ecología, Agricultura y Bienestar Animal. Esto último es tan emocionante como una pantalla azul de la muerte, una genuina BSOD de Windows. Neus Truyol, vaya.