LA TELARAÑA: Santos Sebastià y Kanut

viernes, enero 16

Santos Sebastià y Kanut


La Telaraña en El Mundo.
 
 Días atrás, respiré con alivio al comprobar que había sobrevivido a la larga y ceremoniosa romería de las fiestas navideñas, el cambio de año y hasta la liturgia de Reyes. Sin embargo, la calma no me duró mucho, porque aún nos faltaba por celebrar el flamígero Sant Sebastià y conseguir, así, que la endemoniada cuesta de enero se convierta, por estos lares, en una interminable sucesión de festejos que no se sabe cuándo son institucionales o ciudadanos. Creo que no es lo mismo, aunque no sabría explicar por qué.
 Es cierto. Ignoro hasta qué punto es voluntad institucional o ciudadana llenarnos la ciudad de dimonis y foguerons, sumergirnos en la exaltación de la mugre y el humo, en el paroxismo acústico de la atronadora pirotecnia fallera sin la cual, al parecer, no sabemos divertirnos. Divertirse no es fácil, de acuerdo. Eso sí lo sé.
 No es fácil divertirse cuando se trata, como en este caso, de eventos colectivos que hay que planificar con cargo al erario público y no de situaciones espontáneas o personales. No es fácil divertirse cuando la risa va por barrios y en los juzgados de Vía Alemania la aglomeración es de las que hacen época. No es fácil divertirse cuando la alternativa a Sant Sebastià es Sant Kanut y su apuesta (la de MÉS y la riada nacionalista) es sólo más de lo mismo: la impostura generalizada en la que unos y otros se empeñan en vendernos no sé qué cosa más o menos popular (a la que llaman cultura) mientras no arde más cera que las tripas del cerdo en las ascuas del ubicuo botellón urbano. Un sin vivir.

Etiquetas: