LA TELARAÑA: Halloween

viernes, octubre 31

Halloween


La Telaraña en El Mundo.

 Resulta que esta noche es noche de Halloween que es algo así (entre lúdico y sangriento) como la impostura del terror convertido en ficción y teatro, en pretexto inverosímil para unas cuantas risas fáciles y algo nerviosas, en moda o en gesto de complicidad importado de ya no importa qué lugar, dónde, porque el mundo es sólo uno y es circular (y además curvado sobre sí mismo), aunque las distancias entre nosotros nos parezcan cada vez mayores y tengamos la sensación de vagar por el desierto de la inteligencia como por el mar embravecido de la corrupción. Cada vez nos sentimos más solos. O tal vez, peor acompañados.
 No voy a enumerar, aquí y ahora, la sucesión de nuevos (y viejos) escándalos políticos sobrevenidos recientemente. No me apetece describirle las grietas y los detalles de la catástrofe al paisaje desolador de un universo en ruinas. Tampoco constatar el absurdo terror que las encuestas (la del CIS, por ejemplo) parecen provocar en los que aún tienen algo que conservar. No es mi caso. O quizá sí. Tengo la íntima impresión de que siempre hay mucho que conservar pese a lo que ya hemos perdido y nos siguen arrebatando.
 Me queda, entre otras cosas, la mínima esperanza o el deseo, en fin, de que todos nuestros muertos nos perdonen y hasta nos tomen a guasa, tal y como nos merecemos, realmente, por intentar trasladar su quimérico infierno (ese abismo, esa niebla, ese fuego, ese tormento, esa corrupción eterna) a nuestra frágil y efímera vida cotidiana. Vamos camino de conseguirlo, si no lo hemos conseguido ya.
 

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