LA TELARAÑA: La erótica del poder

viernes, diciembre 13

La erótica del poder


La Telaraña en El Mundo.
 
 Me acabo de dar una vuelta virtual por la estrambótica mansión que nuestro Jorge Lorenzo tiene en Barcelona: una mezcla de garaje galáctico de mal gusto, de bolera interestelar abierta hasta el amanecer o de ático tatuado con el artificio sucesivo de todas las vistas panorámicas del universo, impresas como si fueran hologramas o estereotipos de un selecto placer que, como era de prever, pese a su trasfondo tópico, publicitario e irreal, no han tardado en colmar de una indisimulable, malsana y clasista envidia las trincheras sumergidas en el patético lodazal de las redes sociales.
 ¡Ah, las redes sociales! Vaya tela incendiaria. ¡Ah, la mansión del bravo de Lorenzo o, en realidad, de los delirios de Monster Energy Drink o Yamaha! Vaya horterada monstruosa. Pero ah, sobre todo, por las tres chicas en biquini que toman el sol, solemnes y parsimoniosas, junto a la piscina o que se revuelven, saltarinas, por entre las burbujas de la jacuzzi; que pueblan, en fin, de un erotismo descafeinado, pero muy efectista, la otra erótica, la vieja erótica del poder, la que va convirtiendo el mundo en un lugar desapacible y hasta enfermizo. En un pozo de corrupción sin más fondo que la renuncia final por hastío.
 Yo, sin embargo, le agradezco a Lorenzo ese video. Y a las chicas Monster, la cálida presencia de sus curvas por sobre las interminables líneas de fuga de la casa. Gracias a él y a ellas hoy me he olvidado, por un rato, de todos los políticos y similares que sí deberían andar entre rejas sin fuga por una larga temporada.
 

Etiquetas: