LA TELARAÑA: Mis nacionalidades

martes, septiembre 24

Mis nacionalidades


La Telaraña en El Mundo.
 
 Me va a salir la vena internacionalista a poco que me ausculte. Es decir, que piense en los míos y los recuerde. Que tome consciencia, en fin, de cómo mis padres me hablaron alguna que otra vez de unos lejanos parientes que vivían en Badajoz, Extremadura: ahí deben seguir, porque nunca llegué a conocerlos. Que apunte, también, que tuve, por parte de madre (o de padre o de ambos, qué sé yo), otros parientes llegados desde Uruguay y, aun otros, venidos desde Larache, Tánger, Tetuán, a los que sí conocí, pero de los que sólo guardo el desvencijado recuerdo de la selva cinematográfica y en blanco y negro de «King Kong» y los labios de Fay Wray en la penumbra del Cine Moderno, calle Fábrica, Palma de Mallorca, años 60, supongo.
 Pero no puedo olvidarme, por supuesto, de la familia más próxima y seguro que querida. El inagotable barrio de Santa Catalina. Las historias, siempre mal contadas, de la postguerra en Campanet. La isla de Mahón. La Mallorca de los domingos entre el 600, las carreteras maltrechas y los arenales infinitos y luego la de la segunda residencia en el chalet de la playa, Cala Blava, junto al abismo del tiempo y las galerías colgantes sobre el vacío de este instante.
 Por todo esto, mientras Oriol Junqueras insinúa que los catalanes podrían obtener la doble nacionalidad, creo que voy a pedirme una sobredosis de nacionalidades. Algo completito. Las diecisiete españolas y unas cuantas más, por aquello de convertirme en un ejemplar ciudadano del mundo y hasta poder demostrarlo con papeles. Faltaría más.

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1 Comments:

Blogger David Valls said...

doncs és una sort que els catalans puguin triar nacionalitat, no? molts han hagut d'estar sota d'una nacionalitat i un nacionalisme forçat i excloent, el que fa que vós només escriviu en una llengua forastera.

24 de noviembre de 2013, 23:43  

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