LA TELARAÑA: Cuestión de marcas

lunes, abril 8

Cuestión de marcas

La Telaraña en El Mundo.
 
 De repente, todo se reduce a una gestión comercial de marcas. Así, primero, el ministro Margallo afirmó que la imputación de la Infanta Cristina era perjudicial para la marca «España» y, luego, nuestro ínclito Rafael Bosch, añadió, suponemos que en un aparte urgente en sus labores simultáneas de pirómano y bombero lingüístico, que tampoco beneficiaba a la marca «Baleares». Dos marcas, pues, parecen derrumbársenos al unísono sin que sepamos si su cotización ya era como para echarse a temblar, a reír o a llorar. Pero casi que preferimos seguir sin saberlo.
 Ambas frases, redundantes, nos demuestran que la valoración de las cosas es sólo una forma de hablar y que lo que importa es empaquetar la realidad -el Estado, la Monarquía, el escrache diario de los políticos y las Autonomías- para vendernos su piel y no su contenido. Nadie le hace ascos a ningún regalo si la marca reluce y el escaparate aún se tiene en pie. Qué menos.
 Tengo dudas, sin embargo, de a qué marca conciernen las otras muchas imputaciones sucedidas en los últimos tiempos. ¿Perjudicaron sólo a Baleares las de Munar o Matas? ¿Nos atañen sólo a nosotros la de Joana Lluïsa Mascaró y su pléyade virtual de senderistas catalanes? No lo tengo muy claro, porque todos los caminos conducen a Roma y bastantes problemas tiene ya el Papa Francisco con los que tiene. Seguro.
 

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