LA TELARAÑA: De librerías y belenes

lunes, diciembre 3

De librerías y belenes


La Telaraña en El Mundo.
 
 Hasta hace poco, al salir de casa echaba un vistazo a la derecha, a la izquierda o al frente y, en esa brújula imaginaria, siempre había un escaparate lleno de libros. Pero la crisis y la apatía general duelen y hasta los mejores acaban yéndose con su ajuar a otra parte; quizá buscando la tregua o el éxodo puntual que el día a día nos niega. Queda de ellos mi recuerdo de otros tiempos y el asombro de saberme ahora rodeado de bazares chinos, locutorios de internet y hasta un colmado, aún no sé si paquistaní o hindú, que van a abrir. Ellos son, ahora, los nuevos emprendedores y como tales, con curiosidad y simpatía, habrá que acogerlos. Cualquier cosa menos una calle o un pasaje desiertos.
 La última librería en cerrar fue Llibres Fiol, una librería de viejo y también de culto. Uno de mis primeros refugios. Sin duda, el mejor de los laberintos en que sentí el vértigo de buscar lo que se ignora, pero siempre se encuentra.
 Pero ya llegan las fiestas y el jueves, por inercia, me acerqué a Cort para asistir al encendido navideño. Llegué tarde, porque las luces ya lucían y yo sin enterarme. Pero pude observar el jolgorio de los funcionarios y sus gorros negros, como de Papá Noel venido a menos y sin paga extra. También el Belén minimalista del consistorio. Cabe en una única fotografía y sin angular alguno. Los recortes, claro.


 

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