LA TELARAÑA: Resaca de espejismos

jueves, mayo 31

Resaca de espejismos

La Telaraña en El Mundo.

No sé hasta qué punto son necesarias las condenas políticas de la violencia. Ese discurso, tatuado de perífrasis y silencios, siempre se muerde la lengua o se convierte en otra cosa, en un viaje subterráneo que no hace sino llevarse la grandeza del lenguaje a los páramos gélidos y a los invernaderos clandestinos donde no hay más aire que el de la asfixia, y la luz es oscura y la verdad, tan sólo, una extraña flor mutilada.
¿Qué valen, pues, las condenas en boca de quienes ignoran, de hecho, qué es la palabra y qué la violencia? No valen nada. Una lengua de cerdo, un huevo podrido, un coro de lazos como sogas, una colleja contundente, un par de piedras, las piñas resecas de un bosque de agujas. Un cántico de la coral universitaria de la UIB a la hora del gallo. No creo que ese catálogo de la ira merezca el inexcusable horror de pervertir una sola palabra. Ni una.
Por eso, que PSIB y PSM no condenen la cruzada integrista contra Bauzá y su gobierno me parece coherente con su hábito de apalancarse según la usura del instante. Que callen, otorguen y que, en sus entrañas, los cristales rotos burbujeen como la resaca de una mala digestión de siglos y espejismos vencidos. No sé si se sentirán culpables, pero seguro que no reconocen nunca en sus manos -¡siempre tan limpias!- el hollín de la culpa. Corolario. Quizá escribir sea fingir que estás, aunque no estés.

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