LA TELARAÑA: Hipocresía y dimisiones

viernes, noviembre 11

Hipocresía y dimisiones

La Telaraña en El Mundo.

Puede que ponerse ante el espejo parpadeante de las redes sociales tenga algún que otro efecto secundario. Gentes que en la vida real son educadas y comedidas se transforman, a golpe de mouse, en unos perfectos bárbaros digitales sin darse ni cuenta. Las dos nuevas víctimas de la locuacidad en Facebook o Twitter son Francisca Pol y Fernando Autrán que acaban de dimitir, o de ser dimitidos, en menos tiempo que vuela una frase de un extremo al otro del mundo y se convierte en tema del momento. Se pasa rápido de unas risas ficticias a un llanto auténtico.
Y sin embargo la cosa no es para tanto. Lo de Pol, por ejemplo, se resume en una total ignorancia de la etiqueta en la Red. Vale que la foto de Chacón sólo podía tener su maldita gracia en el submundo de los foros más cutres, entre los apasionados al Photoshop o al burdo erotismo fetichista. Vale, también, que se disculpara en el acto, pero no que lo hiciera escribiendo en mayúsculas, lo que en Internet equivale a gritar, y no es así como se debieran pedir disculpas. Pero tampoco, quizá, dimisiones.
Hay mucha hipocresía suelta para con las pequeñeces y mucha manga ancha para con lo importante. ¿De qué ha dimitido, hasta la fecha, José Blanco? ¿Ha dimitido de algo la pléyade política que nos ha conducido a la ruina general? ¿Dimitirá Urdangarin de sus galones monárquicos? Las comparaciones, aparte de interesadas, son siempre suicidas.

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