LA TELARAÑA: Cien días de oposición

viernes, septiembre 30

Cien días de oposición

La Telaraña en El Mundo.

El cinismo y la desfachatez de lo que fuera el Pacte de Govern y hoy es un simple pinganillo, a modo y manera de orquesta desafinada, no parece conocer límites. Porque si había, por cortesía, que esperar a que se cumplieran los primeros cien días del nuevo gobierno, estos más de cien días, ya cumplidos, los han dedicado a preguntar por lo que ellos no hicieron o hicieron mal, por lo que no resolvieron, por lo que tenían pensado, acaso, emprender y no fue así, quizá porque eran legión -y legión mal avenida- y había un botín de por medio, quizá porque cuesta enderezar lo que nace torcido, quizá porque la adormidera del poder les alcanzó y recién, ahora, acaban de despertar y siguen somnolientos. O de resaca.
Es dura la ignorancia, pero más si va acompañada de la soberbia de dejarse oír y dar la vara a toda costa. El retruécano de una experiencia especular: de espejos y espéculos. El ojo, la paja, la viga. En su voz sólo resuenan sus carencias. ¿No les gusta el zafio humedal que parieron y, encima, ahora quieren desmarcarse de su autoría? Pues valiente ceremonia.
Con todo, no seré yo quien diga que Bauzá y su equipo lo solucionarán todo. Hace ya mucho que lo único que le pido a cualquier gobierno, al que sea, es que no moleste. Que ya arreglaré yo mis cosas, si quiero y puedo, aunque me será más fácil si no me las estropean gratuitamente, por capricho, necedad, boicot lingüístico o usura.

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