LA TELARAÑA: De libros y silencios

lunes, mayo 30

De libros y silencios

La Telaraña en El Mundo. 

Con el paso del tiempo, uno va haciendo suyas, aunque sólo sea por la vacilante inercia de las afinidades -esas que se olvidan y desechan con igual pasión que se recuperan-, tantísimas historias ajenas que casi resulta imposible dilucidar la importancia real que ciertos eventos tienen en nuestras vidas, qué huellas nos dejaron, qué heridas, qué placeres, y en cuáles, huellas, heridas o placeres, algún día, acabaremos reconociéndonos. Uno siempre se acaba reconociendo en lo que le rodea, a veces porque cree haberlo vivido y, a veces porque ya no alcanza -y lo sabe- a revivirlo de nuevo.
Hay mucha lujuria acumulada en la monótona, pero imprevisible, memoria de los días. Muchas decepciones y alegrías, y algún que otro prodigio de vez en cuando. Uno de ellos lo ha obrado la Editorial Calima con el libro «El Último Jueves, Poesía, 15 años en el camino».
Ese tiempo es una eternidad en cualquier parte, pero más lo es en esta isla de ditirambos por encargo y de silencios a modo de ultraje. El sábado lo presentó Antonio Rigo en la Fira del Llibre, y su historia, que es única, es también un poco la de todos. Un pulso eterno contra la indiferencia pública y el silencio administrativo. Aquí lo que se lleva es llenarse la boca de poesía mediterránea y confiársela, por ejemplo, a unos autores traídos desde Ucrania, Haití o la poética Zimbabue. ¿Tanto exotismo para no ser quienes somos? Pues eso.

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