LA TELARAÑA: Treinta años después

viernes, febrero 25

Treinta años después

La Telaraña en El Mundo.

En 1981 anduve enfrascado en unos poemas, que verían la luz al año siguiente, y que casi nadie leería. No estaba, pues, muy por la labor de atender a la actualidad. Con todo, sí conservo en la retina, indeleble, la imagen patética de un procaz guardia civil, con pistola, bigote y tricornio a juego. La puesta en escena es, o debiera ser, lo primero y, así, al igual que nunca olvidaré el atentado de las Torres Gemelas de New York, con su alud de precisión y muerte, sí creo que ya va siendo hora de sepultar bajo las lápidas del olvido esa triste asonada, el último estertor del fascismo en España. O el penúltimo, porque hay que ver cómo intentan plagiar su ridículo perfil las diversas facciones del nacionalismo -agrestes, pero oficiales y oficialistas- que aún colean. ¡Cómo colean! ¿Colean?

Sí, y seguro que habría que estudiar su pasión fragmentaria como lo que es, el cáncer de una realidad que, abolidas sus fronteras de siempre, se expande por el paisaje global de un planeta entero envuelto en la bruma y las llamas de un único campo de batalla. Y de ocio, placer y cultura. De estupidez y usura. Y de vida.

Es el viejo debate entre las partes y el todo. La pulsión del puzle que nos embarga. La sensación de ser algo inacabado. Pero basta echar una ojeada alrededor, más allá del Tren-Tram y la Vía Conectora, para comprender que todo sigue como siempre. En un inmejorable estado de ruina.


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2 Comments:

Blogger Unknown said...

Colean, colean. Y, a la que pueden, se nos mean encima.

25 de febrero de 2011, 10:00  
Blogger Juan Planas Bennásar said...

lluvia dorada, así es la vida;-P

25 de febrero de 2011, 12:40  

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