LA TELARAÑA: La piedra filosofal

viernes, septiembre 24

La piedra filosofal

La Telaraña en El Mundo.


El teléfono siempre suena a horas intempestivas pero, al descolgarlo, nos regala, además, mensajes intempestivos. Cuando no un silencio sepulcral o una tétrica voz grabada, es la promesa de un crédito milagroso o el eco tullido de alguna centralita, remota e indefinida –perdida en el tiempo; recibo llamadas que no son de este mundo, sino de otro, acaso pretérito y sumido en alguna fosa séptica de la memoria histórica- que no tiene otra que acosarnos con sus ofertas.

Pero esta semana he de sumar al elenco de horrores un par de encuestas sobre la huelga general del 29, las razones de los sindicatos, lo que haré ese día y hasta lo que voté hace años o votaré –oh, cielos- en breve. Es decir, una lista eterna y barroca de preguntas imposibles. Y de respuestas afónicas. Surreales, claro.

Quizá, en vez de tanto trajín telefónico, convendría dejarlo todo en manos de la UIB. Allí, entre las ruinas del sistema educativo, están floreciendo –merced a su servilismo coyuntural, de acto de fe (laico, eso sí) y de realidad mutilada a base de muestreos y hologramas- entes tan útiles como el GRESIB. Si han descubierto –y lo expondrán en el Casal Solleric: el saber no ocupa lugar, ellos sí- que aquí conviven unas 160 lenguas (y que sólo una causa problemas, añado yo) también podrán, a poco que se les financie, prever el futuro y hasta encontrar la arisca piedra filosofal de los alquimistas. Como poco.

Etiquetas: