LA TELARAÑA: La paradoja publicitaria

viernes, julio 23

La paradoja publicitaria

La Telaraña en El Mundo.



Parece que este calor espesa las ideas -sobre todo, las ideas nacionalistas, que son hijas de la grava desleída y la vanidad territorial-, poco antes de licuarlas. Y no hay nada peor que una idea grumosa a la deriva, dejándolo todo perdido, convirtiendo las palabras en cháchara y las imágenes en vaho, en bruma, en nada. No extraña, pues, que vencidos por esta ciénaga, nos dé, encima, por encaramarnos a alguno de los temas recurrentes que escapan, incluso, a las frondosas barreras de la proximidad o la lejanía, esa línea, franja, abismo o trinchera –esos entes imaginarios- que otros colocan, por nosotros, donde les place. Siempre en mal sitio o en lugar inoportuno.

Pasa en IB3 –en su televisión y radio, tan suyas como poco nuestras- con la nueva forma de censura que consiste en empezar los noticiarios con el recursivo calor como primera noticia local y el Estatut de Cataluña como única cuestión nacional. Luego ya sólo queda tiempo para el rugido mudo de la audiencia y el clic impaciente del zapeo.

Otrosí. He dejado que mi blog sucumbiera a la tentación remunerada de la publicidad, contextualizada según contenido, de Google. Al paso que voy, quizá en Agosto reciba un cheque de unos dos euros. Vaya éxito. Pero, como contrapartida, siempre tengo el ubicuo enlace del bufete de abogados Montis encabezando, paradójico y seductor, mis textos. No hay mal que por bien no venga. O viceversa.

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