LA TELARAÑA: razones de la asfixia

viernes, julio 24

razones de la asfixia

La Telaraña en El Mundo.



Llegó otra ola de calor y aquí me tienen, surfeando sobre la espuma del sudor, como Sísifo trepando las laderas infernales con su piedra a cuestas. O peor aún. Como una especie de tuareg californiano, embozado hasta las cejas, con la manga del riego por goteo mudada en sonda vital de agua y luz intermitentes. Conozco esas señales. Llevan peligro.


Pero me da tiempo, aún, de abrir el tocadiscos que no tengo -¿quién lo tiene hoy en día?- y recordar "Yolanda" en la voz de Pau Milanés. La OCB -la inefable Obra- nos lo trae al MallorcaMón con el lema «El catalán, lengua para convivir». Pues claro. ¿Para qué sirve una lengua, cualquier lengua, todas las lenguas? Para eso. Para entenderse y retozar con esa cháchara dócil que tanto nos purifica y alivia -o nos abruma- y nos embarga los sentidos hasta el éxtasis o el desbarre, la fe o la abulia, el fetiche final de una idiosincrasia, un icono, un culto, lo que sea, una identidad, una etnia, un imperdible, pero al menos uno y donde sea. Mejor si en Mallorca, pero si no, da igual. Cualquier lugar vale para perderse si no te vence, como aquí, la asfixia.


Porque Cort apura nuestro ahogo: abre zanjas como pólizas, por triplicado, y se desmarca de los abusos de Tirme aduciendo excesivos costes. ¿Para quién? Sólo le falta, por rematar la lidia, recargar el IBI de los pisos vacíos. ¡Como si fuera tan fácil venderlos! Lo de Aina Calvo tiene delito.

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