LA TELARAÑA: el fulgor y el rapto

lunes, mayo 18

el fulgor y el rapto

La Telaraña en El Mundo.


Fechas atrás recibí un ejemplar de la revista Pasajes, editada por la Universidad de Valencia. Se trata de un serio esbozo de aproximación al pensamiento más contemporáneo, a Internet, la cultura digital, los procesos internos y externos de la escritura e, incluso, a la transgresión en el cine del mallorquín Agustí Villaronga. He buscado algo similar entre las publicaciones de la UIB, sin suerte. Pero no desespero. Sé que no es fácil acercarse a según qué cosas y que no hay peor exilio que el generado por un entorno autista para con todo aquello que no ronde sus alcancías.

Es lo que pasa –y no es poco- cuando la cultura se convierte en una variante snob de la publicidad, una prórroga del adoctrinamiento o un fetiche reciclable. El CIM acaba de convocar una nueva edición de los Premis Mallorca. No cuestionaré su exagerada dotación económica ni su nula repercusión artística o literaria; me sobra con su paupérrimo enfoque de miras. O su ceguera étnica, cerril y arcaica.

Este año los premios estarán contextualizados en el 70 aniversario del fin de la Guerra Civil y la cultura del exilio. No sé si, por tan gloriosa causa, resucitarán aquellas turbadoras emisiones de Radio París, si imprimirán -a modo de aviso- nuevas cartillas de racionamiento o si Joana Llüísa Mascaró presidirá los fastos ataviada de miliciana sacudida por el fulgor elíptico de un rayo en pleno rapto. Todo es posible.

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2 Comments:

Blogger Francisco Fuster Garcia said...

Tienes razón amigo Juan, en eso de que no hay peor exilio que el interior, aunque en el caso de Villaronga, me temo por lo poco que sé, que él fue el primero que quiso vivir en Barcelona; ya sabes, aquello de que allí hay más oportunidades, la gente tiene otra mentalidad, etc. No deja de ser curioso también que uno de los lugares donde mejor recepción tuvo su cine (por sus semejanzas con el de Fassbinder, dicen los entendidos) fue entre los alemanes de Alemania y, supongo, los alemanes de Mallorca.

Por otra parte, lo de la relación de Mallorca y las Baleares con los que, teóricamente, deberían ser sus símbolos, no deja de ser interesante. Ramón Llull, Villalonga, Porcel y companía, otrora símbolos de "sa cultura mallorquina", creo que han dejado paso a esa nueva marca universal -la "imagen corporativa" que diría un pedante- que es Rafa Nadal, investido embajador de Manacor y a este paso (ahora que viene Roland Garros), "honoris causa" por la Sorbona.

Un abrazo.

18 de mayo de 2009, 12:32  
Blogger Juan Planas Bennásar said...

Hola, Paco, envíame cuando puedas algún email porque he formateado todos mis equipos y ando con la libreta de direcciones trabucada:-)

Ojeé El Mar. Y digo ojeé, porque me pareció terrible.

Lo otro. Los honderos y Rafa. Esa es nuestra identidad cultural:-P

18 de mayo de 2009, 12:53  

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