LA TELARAÑA: elogio de las catacumbas

viernes, marzo 27

elogio de las catacumbas

La Telaraña en El Mundo.



En la ciencia ficción –cargada de un realismo predictivo tan lógico como desolador- el transporte público recorre, aéreo, los puentes colgantes y cruza, transparente, el cielo de los cyborgs, las nubes ácidas y los remolinos de ázoe. Aina Calvo, sin embargo, quiere cubrir de vías de plomo las avenidas, de cables la fachada marítima, de congestión y traqueteo la parodia de un futuro virtual. A su tranvía le falta imaginación y le sobran carriles donde perder el tiempo. De su oleaje se ocupa Agustí Jansà.

En efecto: quizá ya no exista la primavera. Ni la de Praga ni la de Bolonia. Ayer hizo frío y hoy calor. O al revés. Pero las estaciones siguen estallando en nuestras venas como en las de los estudiantes y las guardias pretorianas de Montilla y Carod o Antich. Así, el IEB trocó libros primaverales por emails con el lema de algún autor balear. Entrañable. El IRL envió a unos poetas isleños a hacer patria y legión a Serbia. Ejemplar. El CIM ha abierto nuevas y sutiles líneas de subvención lingüística. Excelso.

Aquí nos conformamos con menos. Unas cincuenta almas nos reunimos el martes en el sótano oscuro de “L´Antiquari” para evocar los “slams” poéticos que ideara Marc Smith, un poeta de Chicago, años 80. En esas justas subterráneas la única patria que salió reforzada -sin buscarlo ni gastar un euro- fue la del lenguaje común. Cada vez me gustan más las catacumbas. Huelen a futuro.

Etiquetas: