LA TELARAÑA: crisis gótica

viernes, septiembre 26

crisis gótica

La Telaraña en El Mundo.




Igual que busco metáforas para recorrer y descifrar, a tientas, las nervaduras de las primeras hojas, al fin, del otoño, también la sociedad civilizada –es decir, los historiadores, los analistas económicos y hasta, quizá, la clase política- anda hurgando en los entresijos de la realidad en crisis por verle algún efugio, algún bálsamo, alguna ojiva gótica donde cobijarse. Así, el CRE –un híbrido de Sa Nostra y de la UIB, nada menos- acaba de diagnosticar que los trabajadores serán las mayores víctimas de la debacle financiera. Para semejante Eureka no hacían falta muchas luces.

Mientras tanto, la unidad contra el terrorismo parece que sólo se escenifica en los funerales y en los minutos de silencio. Cinco minutos, inmóviles, posaron frente al Ayuntamiento, Antich, Calvo, Cirer, Armengol, Ramon y hasta María Antonia Munar. También estaba Nadal, no sé si, como todos, dándole vueltas a la pose simbólica del dolor o si mascullando –gran ejercicio de ombliguismo- sobre los valores universales de nuestra Palma Gótica. Poco importa. Contra el terror sólo cabe la actuación policial y la vigilia, por ejemplo, de los 29 minutos de video infame en los que el líder magrebí de Al Quaeda convoca a sus fieles, otra vez, a una guerra santa contra España, Francia y EEUU. Es lo malo de tener acólitos, que hay que alimentar asiduamente su fe y utilizarlos para algo, lo que sea.

El Lobby per la Independència no tiene muchos fieles, pero quizá alcancen a ser doce, lo que les permite –amén de la parodia apostólica- montarse una barricada desde donde insultar al mundo entero. UPyD se queja de que les llaman “fatxes forasters”. No debieran. Aquí el insulto es un elogio, pues proviene de las cloacas más nauseabundas e infames, de las trincheras subterráneas donde sólo humean los cánticos propios de la simpleza dialéctica, la que suspira por bandos opuestos, frentes irreconciliables y lenguas propias o ajenas. Algo así como un cursillo acelerado de identidad impartido por la OCB. Que ladren.

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