LA TELARAÑA: de vampiros

lunes, julio 30

de vampiros

La Telaraña en El Mundo.



En Son Espases se está construyendo algo, pero aún no se sabe qué. Acaso los cimientos de un hospital fantasma, las futuras ruinas de un cementerio, la nueva residencia del Diablo o el espejismo de una parálisis. Ya llegará el día en que, asentada en el lugar una niebla inmóvil, espesa y ubicua, se escucharán los aullidos de los enfermos incurables y los licántropos incapaces de conciliar el sueño. Todo ese conjuro puede acabar invadiendo las nobles piedras del Monasterio de La Real. Allí ya mora gente muy rara. Pero, mientras tanto, lo único cierto es que vivimos entre metáforas, poéticas y sugestivas en lo personal, pero muy peligrosas para las instituciones. La política, en este contexto, suele convertirse en un trasiego infernal de proyectos, siempre inacabados, que van sucediéndose en el tiempo, los unos a los otros, sin que ninguno consiga cuajar. Tanta urgencia insatisfecha nos acabará pasando factura. Todo pasa factura.

Busco, sin suerte, una higuera y una sombra donde cobijarme. Mientras Alberto Contador subía Plateau-de-Beille me fumé media docena de cigarrillos. Acabé, como él, asfixiado y feliz. Este Tour –que me ha privado de tantas siestas como noches rotas padecen los vecinos insomnes de la abadía de Cursach- ha tocado a su fin. Ganó el mejor subiendo del tirón docenas de puertos seguidos sin más combustible que un buen plato de espaguetis. Ríanse de Arzak y la cocina pictórica.

La cosa tiene mérito y si no que le pregunten a Toni Colom que se quedó a mitad de camino, sin ganar la etapa que quizá hubiera justificado toda su vida, por culpa de la sangre, con sabor a vodka paterno, de Vinokourov. O a Rasmussen, descalificado por jugar al despiste, como un marido infiel a punto de cocción, sobre el destino final de sus escapadas a la sierra. Quedan todavía muchas preguntas en el aire, pero las respuestas sólo las conocen las autoridades del carnaval. Ellos y los vampiros van bastante más dopados que los ciclistas. Y no sólo de usura.

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