LA TELARAÑA

lunes, julio 12

TEXTO Nº 11 (Para el Premio La Telaraña)

Un Relato de Luis Otero


FIESTA DE DESPEDIDA


Capítulo I - De cómo decidí despedirme de Barcelona

Pues ocurrió y vino al caso que en mi cabeza maduró la idea de volver a la bella tierra de la Insula de Mallorca. Tras la experiencia terrenal de un viaje allende los mares de Asia y visto el panorama que se me avecinaba para reubicarme profesionalmente, decidí que lo mejor era volver con los míos (a ser posible raudo antes de que me lo nieguen) y llevar a cabo alguno de los miles de ingenuos e infantiles proyectos que tengo en mi cabeza de chorlito.

Dicho esto agarré mi agenda, trace un plan de actuación y organicé una fiesta de despedida para que todas las muj... bueno... todas las personas que allá me conocieron (o creyeron haberlo hecho) pudiesen compartir conmigo un momento muy bonito....pero qué cursi ha quedado esto....espera.... a ver, así:Invité a cuanta mujer soberana tenía en la cabeza para luego emborracharlas a todas y en un arrebato del más puro instinto de Homo Australopithecus saciar mis ansias de pecado..... ¡¡No, no!!! tampoco fue así....

En realidad decidí invitar todo lo conocido y ... lo por conocer, de hecho no conocía a la vecina.


Capítulo II - De cómo la vecina apareció en mi vida.


Una noche llegue pedo, pedo, pedísimo a mi casa. entré a oscuras en mi habitación... bueno total no hubiese podido ver mucho. me senté en mi cama y......¡¡¡TACHÁN!!! en la acera de enfrente ¡¡estaban dando una Peli porno!! ....un momento no es una peli... ¡¡es mi vecina!!! ¡¡En directo!!!

Resulta que mi vecina había olvidado cerrar su ventana y me obsequió con un streep tease improvisado antes de irse a dormir. Yo tardé un poquito más en conseguirlo (dormirme, entiéndase).

Al día siguiente, por la noche, cuando regresé del gimnasio volví a fijarme en la susodicha ventana, estaba allí, pero haciendo algunas cosas no tan importantes como la noche anterior. Esta vez decidí ser protagonista, me puse a hacer como que arreglaba la cortina de mi ventana, estaba en shorts, atlético y sudado, era imposible que me oliese desde esa distancia (menos mal) pero también era imposible que no me viese, un poco más y casi me caigo a la calle en mi esfuerzo por ser visto (menudo papelón). Lo cierto es que me VIO y empezó el juego de miraditas y ahora yo estoy aquí.. ahora voy al baño, ahora me asomo a la calle a no-sé-qué-coño ver, ahora me quito una ropita....pero sólo una..y así seguimos el juego entretenido durante algunos días.

Un día en mi buzón aparecio una carta, manuscrita, sin remitente, sin SELLO!!, UHMMMM.... esto me huele a ... La carta decía textualmente - "Te deseo ardientemente todas las noches... - no ...esperad... eso me lo he inventado. La carta decía textualmente - Hola me llamo Samantha, soy tu vecina. Si quieres Llámame -

De verdad, no me lo podía creer. Así que la llamé y la invité a mi fiesta....


Capitulo III - De cómo se puede cometer un tremendo error de cálculo.


Uno ya sabe que en esto de organizar fiestas hay que crear cierta situación de "overbooking" o sobreventa. Es decir; hay que invitar a mucha gente porque luego te fallan más de la mitad. Pues bien yo hice exactamente eso pero con el género femenino. La cagué.

La verdad es que amigos varones no tengo muchos en Barcelona pero los invité a todos y les dije que podían traer a algún colega más pero... sin pasarse. Para no enrollarme demasiado, en la fiesta éramos 4 hombres y 12 mujeres. Ellas en principio no ponían buena cara, cruces de miradas lanzando puñales, grupúsculos charlando entre ellas, y un par de imbéciles bufones sirviendo copas e intentando divertirlas. Ese era el panorama. Creo que me cambié 4 veces de camiseta. No paraba de sudar de los nervios. - ¿Se irán?... ¿estarán contentas? ... ¿A quien lograré morder? -

De momento me mordía las uñas. De pronto mi amiguete Amancio, un tio genial, se le ocurrió la brillante idea de emborracharlas a todas.

- Chaval... tú sí que sabes- le dije yo, pero claro ¿Cómo?

Nos inventamos un cocktail dulzón y tragafácil al que no se podrían negar. Para no correr el riesgo de que nosotros, los anfitriones, perdiésemos también el conocimiento o la virginidad, decidimos reducir la proporción de alcohol en nuestras copas y... así también garantizábamos que.... podríamos cuidar correctamente de las invitadas. Pura hipocresía.

Debo admitir que las risas y los gritos llamaron la atención de todos, absolutamente todos los vecinos de mi edificio. La idea triunfó, ellas se relajaron, y empezaron a hablar entre sí. Uffff ...lo habíamos conseguido. La fiesta iba cogiendo colorcito.


Capítulo IV - De cómo el reino de Dios existe entre nosotros.

A las pocas horas todo el alcohol había pasado, por arte de magia, de las botellas al interior de los cuerpos de la gente. Resultado:

CAOS..

Chicas que no saben beber..

Chicos que no ven..

En mi habitación hacen mucho ruido..

El ambiente estaba cargado...

Tres mujeres en mi baño... ¡¡se oye la ducha!! risas...

Otra que descubre mi colección de fotos prohibidas....

Una que hace preguntas ininteligibles y escupe al hablar....

La más borracha y gorda que se cuelga de mi cuello (aún voy a rehabilitación.)..

bueno... bueno... de pronto suena el timbre (casi ni se oía) y ...

..DIOS NOS ENVIO UN ANGEL.

Era Samantha, una brasilera de Florianópolis, ojos azules, cuerpo escultural.....mi vecina. Y yo con una gorda tras de mi que cacareaba mientras se ajustaba el sujetador. ¿ven la escena? pues yo no la vi, porque ...flotaba. Seguro que se me quedó una cara de imbécil de esas que ganan concursos.

- Hola soy Sam, tu vecina -

(continuará)

© Luis Otero




Etiquetas: