LA TELARAÑA

sábado, abril 19

A veces, rebuscando en mis viejos archivos, encuentro fragmentos de poemas inacabados, repletos de notas, signos de interrogación, frases inconexas y puntos suspensivos... Fragmentos como este:

no pienso explicar el diseño de este instante --->>> la ausencia es un maldito juego de la memoria ( también el tiempo)

formas oblicuas
se concretan en un impreciso
alarido ( lo oblicuo no tiene por qué ser impreciso, no lo es, no.)

sombras de vértigo
y escamas de papel
se arremolinan
en torno al fuego --->>> ( son fuego y producto del fuego, columnas volátiles, hierro, hielo, hace frío y la escarcha, lo siento, remolinos de ázoe a nuestro paso, mi sombra me precede - siempre de espaldas al sol -, tu sombra... por qué se queda aquí conmigo, tu sombra, aquí, somos fuego, lo siento, fuego y producto del fuego. )

asciendo interminables
escaleras giratorias --->>> ¿Hitchcock?
de piedra viva y sangre,
piel desgajada en mis rodillas
o sudor en mi frente... ( no practico meditación, no pertenezco a ningún grupo. Me basta con existir.)

Y me pregunto cuando los releo qué quise decir con ellos y seguramente no dije, por qué motivo los abandoné, qué idea me distrajo, qué me disuadió de acabarlos... Pero eso ya no importa. Con toda seguridad forman parte - reconocible o no - de algún otro poema mío. O de alguno que todavía no he escrito.

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