LA TELARAÑA

jueves, abril 3

Apunte para un Ensayo
(Fumo demasiado, lo sé. Saludos, Terenci:-)


Cae la ceniza. Veo entre mis dedos un cigarrillo humeante que, como casi siempre, llega tarde a mi cenicero de pie, metálico, barnizado de oro color nicotina. Constato que es un simple hecho subjetivo y habitual, uno más, entre las muchas visiones que rescato, casi sin percatarme, de entre los espejos que me rodean.

( Hago un inciso prosaico, y subrayo que lo objetivo no existe. Es sólo mi opinión, por eso no pienso discutirla. Además tampoco me apetece minar los cimientos sobre los que se edifican tantas maravillas, lo sé. No existe nada que no haya sido, en el mismo y preciso instante de su irrupción, convertido en concepto, aprehendido, interpretado, y así, al fin, transformado en objeto del conocimiento. No existe nada sin nombre... ¿Existe el narrador? En la narración, sí, desde luego. ¿Dónde si no? El sujeto genera la acción y se prolonga, se mimetiza en ella, en lo que cuenta, insinúa, sugiere, afirma o niega. Hablo de una usurpación completa, nada de medias tintas. El sujeto es exactamente lo que hace, ni más ni menos. Tampoco es anterior ni posterior al hecho, qué va. )

Cae la ceniza. Podría recogerla si me molestase en agacharme y mirar al suelo. Pero no lo hago. ¿Está ahí la ceniza? ¿Estará sobre el mármol blanco dibujando alguna estrella imposible? Lo dudo. Seguro que se volatizó entre las aristas de la gravedad, o se quedó quieta, suspendida, a un palmo escaso del suelo, como esperando que yo acuda en su ayuda, y la empuje a caer del todo o quizás la elimine de un soplo vigoroso. No pienso hacer nada de eso. Esa ceniza no existe. Vi su caída, eso es cierto, pero eso fue antes y además ya está escrito... ¿Por qué habría de perdurar fuera del instante en que constaté su existencia? ¿Alguien cree que existen las cosas en la memoria? Craso error. No existen. Son sólo reflejos del lenguaje que utilizamos para no caer definitivamente en la demencia. Pero eso tampoco sería nada del otro mundo. Qué ocurrencia.


2.-Comentarios a la actualidad (Sin que sirvan de precedente)

Españolito que vienes / al mundo te guarde Dios./ Una de las dos Españas / ha de helarte el corazón /... escribía Machado y cantaba, mucho después, Serrat...

Lo cierto es que, lamentablemente, siempre vuelve - y revuelve - esa antigua dualidad irreconciliable. Y su actual renacimiento es tan agrio, notorio y visceral que debiéramos empezar a preguntarnos si es intrínseca, o no, al carácter español.

Sabiendo que llevamos en las venas tanta sangre árabe como judía... ¿no sería este el mejor de los pretextos para exigirnos vivir en paz?


***

Fuera de cuatro fanáticos de índole religiosa y - o - económica, nadie - repito: nadie - quiere la guerra. Ni esta ni cualquier otra.

Yo, tampoco.

Por eso empieza a preocuparme el desbarre de algunos con tanta loa repentina al pueblo iraquí y tanta oda sentimental a Bagdad... Esa ciudad y ese pueblo, su espíritu, su realidad histórica, su continuum cultural, murieron a manos de Sadam Hussein, hace ya muchos, demasiados años... Él es el auténtico y primer asesino de Bagdad. Hay otros, sí, pero la pereza mental no debiera llevarnos a errar en nuestras apreciaciones.

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