LA TELARAÑA

miércoles, marzo 26

1.- Composición de lugar (de Insomnios)

¿Quién me obliga asirme a tus pechos? ¿Quién a tus labios? ¿Quién a esa única fotografía que te muestra toda, junto a un géiser de espuma y luz, una catedral gótica, y un pequeño espacio de mar arrebatado al mediterráneo?

Escribo para ti que palpas mi piel, escuchas atenta el discurrir de mi sangre y sabes que hay emociones que las palabras no explican.

Escribo para ti que sabes también que hay enigmas que las cópulas ocultan y las palabras revelan.

Siempre más allá de la fatiga y de cuanto me aleja de mí mismo. Siempre bordeando los límites de la asfixia, las nebulosas últimas donde el pensamiento riza constelaciones y salta al vacío de un abismo rosa, exento, poseído por la claridad de la belleza o el tumulto vertical de una simple caricia.

¿Quién a columpiarme en tu cintura? ¿Quién a esconderme en tu ombligo? ¿Quién a dormirme en un abrazo y despertarme abrazado? ¿Quién a saberte tranquila y a la vez expectante? ¿Quién a reconocerte en los silencios? ¿Quién a ofrecerte cobijo y saberme así protegido?

Escribo en busca de una hondura que reside en las metáforas, que desafía el placer o el dolor, que reinventa antiguas creencias, que se cierra cuando se abre, que se ilumina cuando las luces menguan, que deja atrás toda una estela de colores, y nunca termina de dibujar un arco iris inmenso, bajo el que la humanidad transita, cuando no desfila.

Escribo, insomne, prosas de carne salpicada de sudor y rocío, fragmentos de sien inflamada, que destila licores y elixires transparentes, colmenas dulces que construimos con las manos y adornamos con sonrisas. Escribo sobre la complicidad inacabable de un proyecto en marcha, como es la vida.

¿Quién a susurrarte sonrisas al oído, palabras a la pupila intermitente de tu mirada, amor a la porosidad de tus sentidos, y placer afilado donde habitan los sentimientos? ¿Quién dibuja este caos encendido, este desorden metafórico, esta convulsión acelerada?


2.- A vuelapluma

Si durante interminables meses no estuviste alguna vez en tu vida - envuelto en una densa nube de nicotina, bajo una lluvia agridulce de sentimientos y esperanzas - tecleando, noche tras noche, tecleando, auscultando tras el fósforo el latir de otro ser vivo, tecleando contra la soledad... es posible que nunca comprendas lo que significa un abrazo de carne y hueso.


Hasta en el más casual y anecdótico de los encuentros sexuales he sentido siempre algo más que un mero intercambio de placer. Quizá sólo un gruñido del espíritu por hacerse notar...


Comunicarse es también una forma de aproximación sexual...


3.- Cierto grado de autoviolencia espiritual ayuda a la tolerancia.



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